Wednesday, July 9, 2014

Viajar nos hace un poco más humildes

Hay tantas cosas en nuestro día a día que pasan a un segundo plano cuando estamos conociendo una nueva ciudad. Lo primero es que dejamos de revisar el teléfono cada hora, no por falta de roaming, más bien porque nos desprendemos de lo virtual para abrazar lo real.

No tenemos tiempo ni espacio en la maleta para pensar en la ropa y los accesorios porque durante esos días son un estorbo. Nunca sabes la hora o el lugar donde terminarás almorzando, y de verdad…no te importa. No hay dietas ni ejercicios. Te peinas solamente el primer día, seguir haciéndolo es totalmente innecesario.Y es aquí cuando ponerse bonito para el otro comienza a empalagar. 

Comienzas a empaparte de una nueva cultura, a entenderla, a vivirla, y es cuando inicias verdaderamente a respetarla. Respetar la gente, sus creencias, sus valores, sus preferencias y su estilo de vida. Diariamente durante el recorrido nos tocará interactuar con ellos, ayudados por unas cuantas señas, en caso de no dominar el idioma, porque lo importante es llegar. La mochila, un par de tenis, un mapa, la cámara fotográfica…algo más?


Solo nos toca vivir, abrazar ese presente que desafortunadamente y por alguna extraña razón se esfuma más rápido que en tu entorno habitual. Y lo único que podemos saborear  al volver a casa son las experiencias que guardamos en imágenes, en la memoria y en el corazón.  

T.A.

No comments:

Post a Comment