“Tu fe te salvará”, dicen. Pero, ¿qué es la fe? No puedo recordar otra definición
más que la aprendida en las aulas de La Salle, es una fuerza inquieta y confiada que anticipa lo que espera. Todos
tenemos fe, hasta los ateos tienen esperanza en sus propias convicciones.
Entonces es cuando me pregunto ¿Cuál de todas es la que Salva?
Puedes decir que eres mormón o musulmán pero si no compartes una que otra
doctrina es como querer preparar un Cortadito, exceder la cantidad de leche y
terminar con Café con Leche. No es lo mismo. Y de alguna manera cada uno tiene
su propia esperanza y su propia ideología que no están escritos en ningún libro
santo y que por ende no son “oficiales”. O todas salvan o ninguna lo hace.
¿Quién me asegura que esta fe que lleva cada uno dentro de sí, esta convicción que es mía no es salvadora? Cierto es que necesitamos una que otra instrucción que guíe nuestra alma donde sea que queramos llevarla, pero como hay cientos de caminos solo contamos con nuestra voz interior, nuestro sentido común, nuestra propia fe, que como todas las otras es ciega.