Friday, August 30, 2013

Respiro profundo y me armo de valentía

Aunque no todos nacemos para ser esposas, madres, profesionales, sacerdotes, religiosos… la familia siempre espera que desempeñemos estos roles que acabo de mencionar; como si fuéramos plantas: que nacen, crecen, se reproducen y mueren. Hay que armarse de valentía y admitir los miedos. Miedo a la incertidumbre, a no tomar las decisiones más acertadas porque nuestro futuro es el resultado de cada una de ellas. De qué tal si no era aquí que deseaba llegar, o tal vez sí, pero ya no lo quiero. Miedo a defraudar personas que esperan tanto de ti…la presión social!… leyes y prototipo de vidas a las que el mundo se acata!

Últimamente he escuchado muchas hits en la radio que hablan de olvidarnos del futuro y vivir al máximo el presente. Aja, donde esta regla no aplica es que personalmente, cada uno de nosotros nos auto demandamos metas y resultados que solo pueden lograrse planificando y tomando las mejores decisiones ante cualquier situación.

Al final, la felicidad de nuestro presente se encuentra en el camino hacia nuestro futuro, en cada cosa que vamos logrando, en cada obstáculo vencido y en los nuevos propósitos marcados…Respiro profundo y me armo de valentía. 

T.A.